FASES QUE DEBEMOS DE RESPETAR TRAS UNA LESIÓN
CLASIFICACIÓN LESIONES MUSCULO-ESQUELÉTICAS
En este apartado nos centraremos en explicar que tipo de lesiones son mas comunes en deportistas, centrándonos principalmente en las musculo-esqueléticas. En primer lugar tenemos que aclarar que una lesión es una alteración o daño que se produce en alguna parte del cuerpo a causa de un golpe, una enfermedad…
Dentro de nuestra clasificación distinguiremos principalmente entre macrotraumatismos y microtraumatismos. Con el primer grupo hacemos referencia a una lesión producto de un episodio evidente y repentino de sobrecarga en un tejido que provoca un daño, por el contrario, en un microtraumatismo no se produce un episodio evidente sino que es fruto de una acumulación de daño en el tejido a lo largo del tiempo.
Además de ello también nos centraremos en el tejido implicado, ya sea un músculo, tendón, articulación o hueso.
A través de la unión de los dos factores anteriores nos podremos hacer una idea de la duración que tendrá el proceso de curación en el deportista.
FASES DE LA RECUPERACIÓN
Los tejidos siguen un patrón de curación que incluye tres fases: inflamación, reparación y remodelación.
Fase de inflamación:
Se inicia nada más producirse la lesión y es de gran importancia para que se lleve a cabo una buena curación. Tras haberse dañado el tejido, se libera bradicinina e histamina, aumentando de esta forma el riego sanguíneo y la permeabilidad capilar, produciendo un edema que limitara en gran medida la funcionalidad del tejido dañado previamente.
Esta fase durara en función de la gravedad de la lesión pero puede ir desde los 2-3 días en una lesión grave hasta la semana de duración si se producen daños estructurales graves.
Por lo tanto, el objetivo de esta fase es preparar la formación de tejido nuevo que se llevará a cabo en fases posteriores, siendo imprescindible formar un entorno adecuado, evitando al mismo tiempo que la inflamación se produzca durante un tiempo más prolongado al recomendado. Para ello será conveniente la aplicación de diferentes fórmulas como puede ser el uso de hielo, la compresión y la elevación. Por último, en esta fase no se recomienda el tratamiento activo del área afectada.
Fase de reparación:
El objetivo de esta fase será la sustitución de tejido dañado por tejido apto para ser funcional, pudiendo generar nuevo tejido o simplemente regenerando el tejido dañado. Por ello se forman nuevos capilares y nuevo tejido conectivo. Las fibras de colágeno se dispondrán aleatoriamente ya que servirán de estructura para la reparación. Lo óptimo sería que dichas fibras se dispusieran de forma paralela y longitudinal a la línea de tensión pero, como muchas se colocan de forma transversal a la misma, nuestro nuevo tejido no tendrá una capacidad óptima para recibir y transmitir fuerza.
Esta fase comenzará al finalizar la anterior, produciéndose como mucho a la semana de comenzar la lesión. En este caso la duración será más prolongada e irá desde las dos semanas hasta incluso dos meses si la lesión ha sido grave.
Durante esta fase se deberán de ir introduciendo de forma gradual cargas ligeras con el objetivo de prevenir la pérdida de prevenir la pérdida de movilidad articular y proteger las nuevas fibras de colágeno (utilización de ejercicios de fuerza que afectan al tejido en cuestión).
Fase de remodelación:
Durante esta fase tendremos como objetivo fortalecer el nuevo tejido producido en la fase anterior, para ello nos centraremos en la mejora de su estructura, fuerza y funcionalidad. Aumentando la carga produciremos una hipertrofia en las fibras de colágeno del tejido cicatrizal, provocando que estas se alineen a lo largo de las líneas de tensión, teniendo la capacidad por tanto de generar una mayor fuerza.
Dependiendo de la gravedad de la lesión y otros factores importantes que entran en la ecuación, esta fase durará entre dos y doce meses, aunque por lo general lo común es que no sobrepase los cuatro meses.
En esta fase se continuara con loe ejercicios realizados durante la reparación y además se añadirán nuevos ejercicios más avanzados y específicos que permitan la aplicación de tensión progresiva sobre el tejido dañado. Es por ello que nos basaremos en ejercicios funcionales que vayan desde una orientación general a una más específica, finalizando con aquellos que reproduzcan situaciones comunes en su deporte.
ATENCIÓN
Por último cabe destacar que tras la realización de una correcta curación, nuestro nuevo tejido nunca llegará a ser tan óptimo como lo era el anterior pero, si nos esforzamos en la misma y llevamos a cabo todas las pautas de una forma correcta, podremos obtener un nuevo tejido con una gran funcionalidad y capaz de rendir casi igual que en el pasado.
REFERENCIAS
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